UNA DOSIS DE MORAL
- cepsagora10
- 20 mar 2018
- 3 Min. de lectura

Por. LLONTOP GONZALEZ, Diego Gento
Estudiante de Ciencia Política de la Universidad
Nacional Pedro Ruiz Gallo.
Miembro del círculo de estudios “ÁGORA”
UNA DOSIS DE MORAL.
Escribo estas líneas con el motivo de hacer una breve reflexión sobre la moral y su importancia en una sociedad democrática. Es la parte más divina del hombre, que nunca debe ser ajena a nuestras acciones y tampoco lo debe ser para la política en sí misma, porque sus acciones son sujetos de juicio moral, la misma que siempre será contemplada para aquellas personas que desean una auténtica revolución intelectual, donde los principios priman para fortalecer el desarrollo cultural de las civilizaciones y de generaciones futuras. Desde esta óptica, paso a formular una primera interrogante: ¿Cómo se concibe la moral?, según el diccionario filosófico M.M Rosental, es una de las formas de conciencia social que regula la conducta de los hombres en todos los sectores de la vida social, para alguien que tiene la verdadera noción de la moral, en un instante lo relacionará con la dignidad y es completamente acertado. ¿Cuál es la razón?, porque la moral tiene esta dicotomía de distinguir lo bueno y lo malo, y si eliges cualquiera de estas dos opciones, la sociedad o la opinión pública tendrá una determinada apreciación hacia ti y esto se llama reputación. En nuestra coyuntura, es por hecho que la reputación de la clase política, a causa de su ilícito accionar, está hecha pedazos y es en este punto donde la moral deja de tener valía personal.
¿Qué pasa si se desvirtúa la moral a una gran magnitud? , se originaría un fenómeno insidioso y es la ANOMIA SOCIAL, que es la falta de valores colectivos y democráticos y se suscita en un contexto donde predomina la ingobernabilidad, la violencia, la ausencia de transparencia en el accionar de los políticos y la pérdida de legitimidad en el gobierno de turno.
¿Cuáles son los remedios para resarcir esta crisis de la sociedad?, en primer lugar , quiero recalcar que esta anomia social también repercute en la esfera política , y es urgente e idóneo que los electores tengan un mínimo de criterio de conciencia para elegir a sus representantes para ocupar un cargo público( sean alcaldes, gobernadores, congresistas , presidentes, regidores, etc.), en segundo lugar nunca debemos ser ajenos a la coyuntura ; Giovanni Sartori , reconocido politólogo italiano , lo indica perfectamente en su obra: “La Democracia en Treinta Lecciones”: los ciudadanos que no tienen interés , que ni siquiera van a sufragar o no están mínimamente informados , la democracia estará en peligro, no es el régimen perfecto, pero es una maquinaria capaz de proteger contra la tiranía y el poder despótico y por último y no menos importante, en nuestra sociedad democrática liberal debe tener una educación de calidad , desde el nivel básico se debe inculcar la EDUCACIÓN DEL SER , que se refiere a la parte interna de las personas en donde se desarrolle el compromiso de los valores, la honestidad , integridad y transparencia para un mejor destino en nuestras vidas.
Puede sonar utópico, pero les aseguro que estos remedios construirán la sociedad ideal encaminada a los 200 años de República.
“El bien es ciertamente deseable cuando interesa a un solo individuo, pero se reviste de una carácter más bello y más divino cuando interesa a un pueblo y un estado” (Aristóteles, Ética nicomáquea)
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